miércoles, 3 de abril de 2013

Las primeras fiestas y cultos en la prensa cordobesa

En el año 1915 se iniciaron las fiestas y cultos de la Hermandad de Belén.
De Enrique Alcalá Ortiz    
                  
A la Hermandad de Belén y a las fiestas que tradicionalmente celebra a mediados de agosto debo algunos de los recuerdos más entrañables de mi infancia. Aquella que ya pasó hace muchos años, pero que nos acompañara hasta el último latido de nuestra vida. Como huertapalaciego, me honro en publicar lo poco que ha aparecido en la prensa cordobesa de esta Hermandad en la primera mitad del siglo XX.
Muy pocas han sido las noticias. Quizás por esta escasez tengan especial importancia las que presentamos. La primera de ellas aparece en Patria Chica, un periódico prieguense que apareció durante unos meses y consiste en el anuncio de las tradicionales fiestas  y la novedades que se introducen:
LA FIESTA DEL SANTÍSIMO ROSTRO.- “Esta fiesta que tradicionalmente se viene celebrando en la Huerta Palacio tiene este año la novedad de salir en procesión la sagrada imagen de Nuestra Señora de Belén de la ermita de su nombre. Este motivo será suficiente para que tan simpático barrio se vea hoy concurridísimo por el elemento joven”.
(Patria Chica. Número 25. Decenal de Priego de Córdoba, 15 de agosto de 1915.)
La segunda noticia es mucho más sustanciosa y llena de gran contenido histórico. Nos enteramos de la misa dominical, de la rifa de moñas, de los bailes populares, función y primera salida procesional por las calles más importantes de Priego de la Virgen con el Niño. Debemos resaltar igualmente que esta es la primera cofradía que se crea en el siglo XX. Habrían de pasar más de quince años para que apareciera la Cofradía de los Dolores, que inicia su andadura en los primeros años de la década de los treinta.
De esta forma nos cuenta el corresponsal el detalle de los cultos y fiestas:
FIESTAS NUEVAS.- “Una de las fiestas nuevas y más simpáticas llevadas a cabo en esta población, la ha constituido la realizada en los días 14 y 15 del presente mes en la iglesia de Belén, situada en una de los barrios más principales de ésta, denominado Huerta de Palacio.
El día 14, a la seis de la tarde, comenzó la rifa de los diferentes objetos y artículos regalados para con su producto costear ésta y una misa que todos los domingos, a las siete de la mañana, se dice en todo tiempo por el celoso cura de ésta D. Antonio Romero Ruiz. Como casi todo el personal que forma esta hermandad de Belén está constituido en su mayor parte por arrendadores de muchas huertas que aquí existen, casi todos los regalos consistieron en frutas y flores que llegaron a adquirir buen precio, pues hubo moña de jazmines que llegó a valer hasta dos reales y más.
                Próximamente a las nueve y media de la noche se dio por suspendida ésta hasta el siguiente día, que, por ser de fiesta y del Santísimo Rostro que se venera en esta iglesia, es por lo que se ha elegido para tal función.

               
                La velada continuó hasta la madrugada, bailándose bailes populares y resultando muy animada por la gran aglomeración de jóvenes que concurrieron y lo bien iluminado, alegre y vistoso que resultaba dicho rinconcito, no olvidado por los que saben sentir y gozar los entusiasmos de esta clase, que, aunque más modesta, siente y disfruta con más buena fe, puesto que estos sentimientos son más puros, más nativos y más verdaderos.
Y nos encontramos en el día 15, o sea el del Rostro, que por ser domingo y día de función se dijo la misa acostumbrada, aunque algo más tarde, pues fue a las ocho, dando con este motivo un poquito más de realce al acto, pues esta misa siempre se celebra más temprano, con objeto de que todos los huertanos puedan oírla sin desatender su obligación.
                Y por la tarde, a las cinco vuelve a comenzar la interrumpida rifa para no cesar hasta las nueve y media, hora en que empieza a salir la procesión de la Virgen de Belén con su Niño, acompañada de toda la juventud de dicho barrio, llevando velas y flores y aclamándola como Madre de todos y amparo en sus necesidades.
Su recorrido, como nuevo, fue el general, saliendo por la calle Belén, Molinos, San Luis, San Pedro, Solana, Prim, Fuente del Rey, Caminillo, Málaga, Ancha, Niceto Alcalá-Zamora, Mesones, Acequia, Carrera de Álvarez, Altillo de la Cárcel, Plaza de Escribanos, San Luis y Belén para entrar en su iglesia, donde como final se quemó una bonita colección de fuegos artificiales, continuando la velada hasta la madrugada del siguiente día.
Todos estos actos fueron amenizados por la banda de música de esta localidad y muy bien dirigidos y atendidos por el cura ya citado y los hermanos D. Emilio Matilla y Dª  Paz García, como camareros mayores. Corresponsal”.
(El Defensor de Córdoba, número 4861, 18 de agosto de 1915).